Aunque nunca te haya hablado yo de cerca,
sé que yo podría fiarme hoy de ti,
cuando rezas, cuando agua necesitas,
mientras buscas la respuesta dentro, en ti.

Bajo el mismo cielo
somos almas símiles
que se salvan o condenan,
y el pecado, dime, qué es?
Nuestro fuego ilumina el cielo
como estrellas únicas,
con mil sueños, y uno sólo
que es de todos,
la necesidad de ser amados,
de ser amados.

Si tú puedes regalar una sonrisa
a personas que no pueden sonreír,
y si aceptas el fracaso como un punto de salida,
y así verlo como una oportunidad.

Bajo el mismo cielo
somos almas símiles
que se salvan o condenan,
y el pecado, dime, qué es?
Nuestro fuego ilumina el cielo
como estrellas únicas,
con mil sueños, y uno sólo
que es de todos,
la necesidad de ser amados.

Me siento culpable
cuando no pienso en ti,
y si hay dentro de mí aire de locura,
quizás sería útil volver a implicarse,
y nunca por qué avergonzarse
de pedir más ternura, de pedir más ternura.

Bajo el mismo cielo
somos todos ángeles
que se salvan o condenan,
y el pecado, dime, qué es?
Nuestro fuego ilumina el cielo
como estrellas, las únicas,
con mil sueños, y uno sólo
que es de todos,
la necesidad de ser amados,
de ser amados, amados.

Letra de: http://www.letrasymusica.net