Miro mi reloj, el tiempo corre porque es un cobarde. Llamando a la mujer acción,
si tú tampoco tienes perro que te ladre,
yo te aúllo una canción.
Somos más que dos si estamos juntos.
¿Entonces, qué? Nos vemos a las nueve en punto. Miras el reloj,
faltan 10 y piensas: ¿me da tiempo?
ducha y secador, maquillaje, ropa y pensamientos
y contestas los e-mails.

Reloj, es la tercera vez que te consulto,
no quiero retrasarme en el tumulto.
Las nueve en el reloj
y salgo sin atarme los cordones.

Salí, no es que importe,
a galope a tu encuentro,
pasaba la tarde de enero.
Contigo en la mente,
las calles viniendo,
apartando gente de en medio.

Pasaron las nueve,
las 10 ya se fueron las 11 estarán bajo el hielo,
yo espero que amaine
la lluvia del riego.
Te espero, aunque es tarde y creo
que viene un aluvión.
Sé que para la mujer
el concepto tiempo es diferente,
no me extenderé. Ya empezó a caer,
que el invierno es eso lo que tiene
y esto está claro también.
Para no ahogarme en el siroco
me metí en un bar, hombro con hombro
y no estabas tú y yo vi llover con el bar tender.

Te espero en el bar, trae dinero.
Y así se van yendo
las aguas, los tiempos,
mañana quedamos en la puerta del metro.
Mejor en tu casa,
mejor no quedamos...
y así se pasó la tatata tictac tictac y es febrero,
mira cómo corre, qué cobarde es el tiempo.

Letra de: http://www.letrasymusica.net